No hieles, viento, ahora, que se duerma mi cielo hasta el día y la aurora. No lo dejes de hielo. No lo dejes de hielooó... No lo dejes de hielooó... Que estoy enamorada de su mata de pelooó... Pasa, paz, por su frente, tu mano sosegada. Pasa, paz, de repente, que estoy enamorada. Nocturno mediodía, no levantes el vuelo. Alma mía, alma mía, no lo dejes de hielo. No madrugues, rosada : no vengas hoy de prisa, que estoy, enamorada, fuera de mi camisa. Está que arde la nieve con la luna lunada ; está que arde la nieve de verme enamorada. Dedos de terciopelo quisiera para cada caricia de mi cielo, que estoy enamorada. Está la luna en celo sobre tornalunada. Más pálida que el hielo estoy enamorada.