Hace mucho tiempo, el senor Johnson tenía unos cincuenta y tres anos ; doce meses más tarde cumplió cincuenta y cuatro, algo que le hizo tan feliz que decidió celebrar su siguiente cumpleanos con una mascarada para sus hijos y sus amigos. Con tal motivo, el día de su quincuagésimo cumpleanos se enviaron invitaciones a todos sus vecinos. Lo cierto es que sus conocidos en esa parte del mundo no eran demasiado numerosos, y se limitaban a Lady Williams, al senor y la senora Jones, a Charles Adams y a las tres senoritas Simpson, quienes componían el vecindario de Tramposería y a su vez la comitiva e la mascarada. Antes de ofrecer un relato de aquella noche, será mejor que haga una descripción a mis lectores de las personas y personajes que formaban el grupo de sus conocidos. El senor y la senora Jones eran ambos bastante altos y muy apasionados, si bien, por otra parte, tenían bastante buen carácter y eran personas de buena educación. Charles Adams era un joven amable, instruido y cautivador ; de una belleza tan deslumbrante que solamente las águilas podían mirarle de frente. La senorita Simpson era una persona agradable, tanto por sus modales como por su disposición, siendo su única falta una ilimitada ambición. Su hermana Sukey era envidiosa, resentida y maliciosa. Su cuerpo era pequeno, gordo y desagradable. Cecilia (la más pequena) era muy bonita pero demasiado afectada para resultar agradable.