¿Quién se habría imaginado que enamorarse de la mujer incorrecta se sentiría tan bien?Como Príncipe heredero, necesito encontrar a mi reina. Pero,... > Lire la suite
¿Quién se habría imaginado que enamorarse de la mujer incorrecta se sentiría tan bien?Como Príncipe heredero, necesito encontrar a mi reina. Pero, en un cuarto repleto de candidatas me encontré con Lisabet. Las encantadoras notas provenientes de su violonchelo despertaron algo en mi alma, y sé que debo tenerla. Que ella no quiera convertirse en reina es solo un pequeño inconveniente. No me detendré hasta hacerla mia.