Madame Guyon fue una dama de singular belleza e inteligencia que nació y murió en el seno de la Iglesia Católica. Esta prolífica escritora y reformadora fue hija de un matrimonio piadoso que ayudaba al pobre y a personas que habían caído en desgracia en la corte del Rey Sol francés. Sufrió dura persecución por intereses económicos, envidia, ignorancia e intrigas políticas. Apóstol de un convulso tiempo, algunos historiadores la archivan en la carpeta de la 'doctrina quietista', donde los enemigos de la vida interior y el puro amor pretendieron encerrar a personas como ella por decir que Jesús era real y debían acudir a Él con la mente sosegada.
De su misma época son también el Arzobispo francés Fénelon (uno de sus pocos amigos fieles entre el prelado) y el jesuita español Miguel de Molinos (encerrado por el Santo Oficio y muerto en prisión por decir lo mismo que ella). Todos etiquetados quietistas o dexados... la formalidad varía con el acerbo popular y el momento histórico. Mujer apasionante y amante incansable, lo más notable de su obra radica en su escritura cándida y accesible al corazón que consigue arraigar en lo profundo de la roca madre del sufrimiento.
Pocos autores de vida interior han conseguido conectar cosas tan completamente opuestas y aparentemente irreconciliables: candidez y sufrimiento; amor y persecución; debilidad y fortaleza.