Introducción y Prólogo a la segunda edición
Ya en mi juventud tuve la idea de escribir algún día la historia de nuestro asentamiento en el inhóspito Chaco paraguayo. Mi padre, el Anciano MartinC. Friesen, tuvo una función dirigencial durante el proceso de asentamiento y fundación de la Colonia Menno. Ese hecho, seguramente contribuyó para que mis motivaciones durante mi niñez fueran más intensas, por más que mi entendimiento se viera limitado.
Especialmente se gravó profundamente en mi memoria el camino de migración desde Puerto Casado hasta el interior del inhóspito Chaco, región poblada en aquel entonces, únicamente por los indígenas. Yo viví todo eso como joven de 15 años.
Mis primeros intentos de escribir eran los de un joven inmaduro y se re- ducían a algunas frases. ¿Qué más se podía esperar? El tiempo de los comien- zos del asentamiento consistió en duros trabajos físicos.
Exigía todas las en- ergías. Más tarde fui empleado como secretario de la colonia ocupando una actividad de tinte espiritual, pero de escribir la historia no había todavía una sola palabra. Cuando empecé a constituir una familia propia, ella debía tener la prioridad por la manutención que requería. Los trabajos de historia to- davía no podían tomarse en cuenta.
Recién en el año 1965, 38 años después de la inmigración, me consultó el administrador de aquél entonces, el señor Jacobo B.
Reimer, si podía dedi- carme a recoger datos sobre los comienzos del asentamiento de la Colonia Menno, y en su momento elaborar una documentación por escrito referente a sus orígenes. Por más que estaba a tiempo completo en el servicio escolar, acepté tal invitación. La administración de la Colonia me empleó para este fin conjuntamente con el trabajo de la enseñanza en la escuela. Vivían en aquel entonces muchos pioneros que fueron consultados y sus entrevistas anotadas.
Al mismo tiempo fui recogiendo diferentes escritos. Así se originó el Archivo de Historia de la Colonia Menno.
En el año 1971 estuve cinco meses en América del Norte, donde primero en Canadá y después en los Estados Unidos recogí materiales históricos so- bre la Colonia Menno. Mucho material encontré en los archivos del Bethel- College y en el Goshen-College. En Goshen se encontraba todo el material escrito de la Corporación Paraguaya, de la Intercontinental Company de los años 1920 a 1930.
Eran especialmente cartas e investigaciones diferentes sobre el origen de la Colonia Menno. ...
La inmigración
Cuando los mennonitas canadienses en 1927 llegaron a Puerto Casado en el Chaco paraguayo, tuvieron que enfrentar una serie de contrariedades no conocidas en Canadá. Las tierras no habían sido mensuradas y el ferrocarril no llegaba a las tierras compradas como había sido prometido. Se iniciaba una penosa espera en el campamento en Puerto Casado que en muchos inmigrantes provocó una situación de desaliento.
El clima desconocido, la falta de agua potable y enfermedades hicieron estragos entre los inmigrantes, falleciendo en el tiempo de espera de 1 año y medio el 11% de ellos.
El viaje tierra adentro se realizó en tren hasta punta rieles, o en Carretas y carros tirados por bueyes. Desde Km 145, punta rieles, el viaje siguió unos 100 km más tierra adentro para poder asentarse en las parcelas elegidas para la colonización.
El inicio penoso
Llegado a los campos no cultivados se fundaron las primeras aldeas.
Sin casas, sin caminos ni pozos de agua pero con una férrea voluntad y su inmensa fé en Dios empezaron a construir las primeras fincas. No había otra alternativa que "manos a la obra". Lo primordial era construir una casa, preparar tierra para el cultivo y cavar pozos. Algunos habían traído una carpa que durante el primer tiempo era la única protección contra sol, viento y lluvia. En la construcción de la casa (de troncos extraídos del bosque, de ladrillos de arcilla y paja para el techo), y el trabajo en la chacra, toda la familia debía ayudar.
Instrumentos de labranza fueron principalmente el hacha y la pala. Así con el tiempo los ranchos primitivos se transformaron en florecientes aldeas mennonitas.
Muchas familias eran tan pobres que no podían ni pensar en volver a Canadá aunque lo hubiesen querido. Empezaba así un sistema de trabajo "todos para uno, uno para todos" que hasta hoy día se sigue practicando a través del sistema de la Cooperativa.
http://www.chortitzer.com.py/colonia.php
Rudolf Dück Sawatzky:
Rudolf Dück Sawatzky wurde 1951 in Filadelfia, Kolonie Fernheim, Paraguay geboren. Nach der deutschen Schule in Filadelfia kam er 1970 nach Hamburg, um eine Ausbildung als Buchhandels- und Verlagskaufmann abzuschließen. Danach spezialisierte er sich als führende Fachkraft für den fremdsprachigen (größtenteils Englisch) Buchimport in Deutschland.
Verlagsagentur JustBestEBooks.de:
Die Verlagsagentur JustBestEbooks.de von Rudolf Dück Sawatzky in Quickborn, Deutschland veröffentlicht vornehmlich Bücher von ausländischen deutschsprachigen Autoren/Innen im digitalen- und Papierformat.
Es werden auch Titel in englischer und spanischer Sprache publiziert.
La inmigración
Cuando los mennonitas canadienses en 1927 llegaron a Puerto Casado en el Chaco paraguayo, tuvieron que enfrentar una serie de contrariedades no conocidas en Canadá. Las tierras no habían sido mensuradas y el ferrocarril no llegaba a las tierras compradas como había sido prometido. Se iniciaba una penosa espera en el campamento en Puerto Casado que en muchos inmigrantes provocó una situación de desaliento.
El clima desconocido, la falta de agua potable y enfermedades hicieron estragos entre los inmigrantes, falleciendo en el tiempo de espera de 1 año y medio el 11% de ellos.
El viaje tierra adentro se realizó en tren hasta punta rieles, o en Carretas y carros tirados por bueyes. Desde Km 145, punta rieles, el viaje siguió unos 100 km más tierra adentro para poder asentarse en las parcelas elegidas para la colonización.
El inicio penoso
Llegado a los campos no cultivados se fundaron las primeras aldeas.
Sin casas, sin caminos ni pozos de agua pero con una férrea voluntad y su inmensa fé en Dios empezaron a construir las primeras fincas. No había otra alternativa que "manos a la obra". Lo primordial era construir una casa, preparar tierra para el cultivo y cavar pozos. Algunos habían traído una carpa que durante el primer tiempo era la única protección contra sol, viento y lluvia. En la construcción de la casa (de troncos extraídos del bosque, de ladrillos de arcilla y paja para el techo), y el trabajo en la chacra, toda la familia debía ayudar.
Instrumentos de labranza fueron principalmente el hacha y la pala. Así con el tiempo los ranchos primitivos se transformaron en florecientes aldeas mennonitas.
Muchas familias eran tan pobres que no podían ni pensar en volver a Canadá aunque lo hubiesen querido. Empezaba así un sistema de trabajo "todos para uno, uno para todos" que hasta hoy día se sigue practicando a través del sistema de la Cooperativa.
http://www.chortitzer.com.py/colonia.php