Todos en algún momento necesitan dinero y solo lo conseguirán de un hombre. Lars Arsen, o sea, yo. ¿Cuál era mi profesión? De día, le fiaba el dinero... > Lire la suite
Todos en algún momento necesitan dinero y solo lo conseguirán de un hombre. Lars Arsen, o sea, yo. ¿Cuál era mi profesión? De día, le fiaba el dinero a las personas que iban a corte y el juez los sentenciaba a determinado tiempo en la cárcel o el pago de una multa. De noche, se lo prestaba a todo aquel que lo requería, no me importaban sus razones, lo único que me interesaba era que me lo devolvieran con unos jugosos intereses. Eso fue hasta que llegó ella con peluca, lentillas, un nombre falso y una mala actitud. Necesitaba ciento cincuenta mil dólares, y yo era su última esperanza. No me detendré hasta descubrir quién es y le retendré el dinero hasta que me confiece la verdad. El problema es: ¿estaré preparado para saberla?