Rastreando los orígenes del Calendario Maya, descubrí que pinturas medievales Europeas, vasos Griegos, arte rupestre y textos como la Biblia y la Torah,... > Lire la suite
Rastreando los orígenes del Calendario Maya, descubrí que pinturas medievales Europeas, vasos Griegos, arte rupestre y textos como la Biblia y la Torah, contienen códigos matemáticos escondidos en diseños e historias. Los mecanismos matemáticos astronómicos que nos permiten descifrar, los mensajes ocultos a simple vista, son el calendario Maya y el Azteca. Reconocer que todas las religiones ancestrales compartieron el mismo conocimiento, nos despoja de argumentos para discutir, y nos invita a dialogar. El arte rupestre más antiguo del mundo sugiere que el reto intelectual que nos dio la humanidad, fue nuestro asombro por el movimiento de los astros. Hoy en día, el único lujo que nos podemos dar los seres humanos, es percibir la realidad. Para poder expresar nuestra experiencia en palabras, debemos compartir la misma gramática, es decir, el mismo modelo de realidad. Estudiamos datos históricos para obtener perspectivas, puntos de referencia con los que expandimos la mente. Todas las culturas ancestrales usaron el mismo sistema calendárico, el cual hoy identificamos como Maya. Todas las tradiciones ancestrales son una sola, sin embargo, esta es una afirmación técnica. Cada elemento es parte de un rompecabezas que una vez descifrado, nos permite comprender su funcionamiento y sus aplicaciones infinitas.