Anteriormente publiqué y en ese orden Relatos no Salvajes, Relatos no Salvajes II, Canto a la Vida y Reflexiono y Medito. En varios de ellos me referí... > Lire la suite
Anteriormente publiqué y en ese orden Relatos no Salvajes, Relatos no Salvajes II, Canto a la Vida y Reflexiono y Medito. En varios de ellos me referí al Amor y a valores esenciales del ser humano. Lo hice tratando de sostenerlos y exaltarlos para nuestro crecimiento y de todos los que lo necesitan. En la cúspide de los sentimientos está el Amor. El que nos ilusiona, nos sostiene, nos hace crecer, nos hace solidarios, nos cuida y nos enaltece. Pero en ese juego de la vida también está la falta de amor, producto del egoísmo, de la pasión, de los celos, del deseo desbordado que nos anula y nos posterga. Ese desamor existe y se manifiesta. Si logramos observarlo a tiempo, tal vez nos ayude a frenar las semillas negativas y reconducir nuestra vida hacia el amor verdadero y profundo que tanto nos elevará. En dicha observación y reflexión podemos descubrir cuál camino estamos siguiendo y quizás podemos corregir el rumbo hacia la creación de las semillas blancas de la solidaridad, de la libertad, de la ayuda desinteresada y del amor en su máximo esplendor.