40 Días y 40 Noches La tragedia de Chalco bajo el agua.

En "40 Días y 40 Noches: La tragedia de Chalco bajo el agua", Enrique García Guasco nos entrega una mirada mordaz y aguda a la crisis que azotó a Chalco, Estado de México, cuando el municipio quedó sumergido bajo las aguas de una inundación interminable. Con un estilo incisivo y satírico, el autor desentraña no solo el desastre natural que devastó a la comunidad durante 40 días y 40 noches, sino también la desgarradora ineficiencia política que agravó la situación.
García Guasco narra cómo, en medio de la tragedia, los habitantes de Chalco no solo tuvieron que lidiar con la pérdida de sus hogares y la destrucción de su economía local, sino también con la indiferencia de las autoridades, encabezadas por la gobernadora Delfina Gómez, una figura que, según el autor, hizo gala de la más absoluta incapacidad para gestionar la crisis. Lo que podría haberse resuelto con rapidez y eficacia se transformó en un tormento prolongado por la negligencia y la falta de oficio político.
A lo largo del libro, García Guasco explora con maestría la simulación política que, en lugar de resolver el problema, pareció estar más enfocada en mantener las apariencias. En su mordaz análisis, la gobernadora es retratada como una figura desconectada de la realidad, incapaz de entender la gravedad del desastre que tenía entre manos. El autor señala que, si bien el discurso oficial se centraba en las promesas de justicia social y apoyo a los más vulnerables, la realidad mostraba un panorama desolador: comercios destruidos, empleos perdidos y un municipio que fue dejado a su suerte.
La sátira de García Guasco se hace más aguda al exponer la forma en que las respuestas del gobierno llegaron tarde y con tintes más simbólicos que efectivos. En lugar de una movilización inmediata, Chalco recibió promesas vacías y una gobernadora que solo se presentó a regañadientes, incapaz de coordinar los esfuerzos necesarios para atender a las miles de personas que lo habían perdido todo. El autor hace un análisis despiadado de la falta de oficio político de Gómez, cuya torpeza para manejar la emergencia, según él, no es más que una manifestación de la incompetencia que permea su gestión.